Ventorrillo de la Buena Vista

Julio Vilamajó, Marcelo Viola, Lucía Rubio, Luis Zino, Guillermo Probst
  • Fechas inicio-fin: 1946-2008-2011
  • Programas: HOTEL, Restaurante
  • Información útil: 1946: proyecto original del arq. Julio Vilamajó. 2008-2011: proyecto de restauración y reciclaje a cargo de los arqs. Marcelo Viola, Lucía Rubio, Luís Zino y Guillermo Probst.

Tomado de: Gustavo Scheps. 17 registros. Facultad de Ingeniería, de Julio Vilamajó. Tesis de Doctorado, Farq, Udelar, 2009.

Ventorrillo de la Buena Vista (7). Obra en Villa Serrana, de fragilidad extrema, al borde del colapso. Continúa emocionando desde su relación plena con el sitio.

Dice Arana: “En esta obra Vilamajó extrae partido insospechado de las posibilidades -y de las limitaciones- que el medio le ofrece. Frente a la audacia y generosidad de miras del planteo integral, modestia ejemplar en la realización concreta”. Según Jorge Nudelman (8) Vilamajó, mediante “reinterpretación del folklorismo de los años 30 y 40 y fusionándolo con el lenguaje más “moderno” produjo las potentísimas arquitecturas de Villa Serrana”. Efectivamente puede adscribirse este proyecto a una corriente más amplia; pero Vilamajó logra mantenerse a distancia oceánica el folklorismo anecdótico (9).

Escribió el arquitecto Miguel Angel Odriozola (10):

El 21 de marzo de 1946, durante la recorrido habitual de la semana, en el cuaderno de apuntes un ligero croquis, de los tantos de la sierra, define el arranque de la planificación escrita de Villa Serrana. Una flecha trazada sobre un pequeño promontorio de su dibujo, con la exclamación “aquí” (11)... El Ventorrillo de la Buena Vista salió luz con tanta expectativa en el otoño de 1947, ocupando el lugar indicado por la flecha del croquis, con una función a cumplir muy distinta de lo que podría entenderse como simple construcción. Era sí un rancho como todos los ranchos, un rancho más, pero raro, diferente, o largo o excesivamente alto, o en contraste bajo y quebrado, con perfiles distintos desde cualquier punto de vista… desde el valle… por las laderas… a partir del gusano…

Este raro artefacto, parecido a muchas cosas pero al mismo tiempo diferente de todas es un nuevo e intrigante ejercicio formal del ecléctico Vilamajó, pero mucho más que eso, ni de cerca se agota en sí mismo. Sigue Odriozola:

Partiendo de un terreno irregularmente accidentado, Vilamajó se planteó definir, y lo logró, una sierra escarpada, con elementos naturales, que en cierto modo diera sensación de vértigo, que con el Ventorrillo a la vez de cumplir un fin utilitario como abrigo, exaltara los propios valores del terreno, donde desde dentro, como mirador de media altura, diafragmara el paisaje cercano o las lejanías del Marmarajá.

El edificio se complementaría con una sucesión de horizontales: el “melonar” inmediato, y los poblados “La Cumbre” y “Los Romerillos”, con un tema superior con torre y tanque de agua. El ángulo de acceso desde el “Marco de los Reyes” iniciaría el desarrollo maravilloso de una gradación de espacios de perspectivas cambiantes hacia el “Cerro Aspero”, “La Leona”, “Cerro La Buena Vista”, el verde campo de golf, y el Arroyo “Miraflores” (Los Chanchos) con la futura Rerpresa y demás atajos.”

Es fascinante observar como el texto pulsa: nunca está claro cuando Odriozola habla del edificio o cuando del paisaje. Ambos se fusionan en una sola entidad, en el continuo espacial que integra topografía, texturas y vistas… El Ventorrillo es una sierra escarpada, es natural y artificial,; da vértigo y abrigo; exalta -desde dentro- el paisaje cercano o las lejanías; se completa en las horizontales de un “melonar” y de poblados; es torre y tanque; e inicio maravilloso de cambiantes perspectivas. Exterior e interior son apenas matices de este todo de marco dinámico. Que, además, en su materialidad de ser -también- un rancho más incorpora y potencia toda una tradición cultural local, tan afincada como los cerros.

7. Junto con el magnífico Mesón de las Cañas son los dos edificios de Vilamajó que se construyeron en las serranías de Lavalleja; el proyecto de urbanización será considerado más adelante. El Mesón (concluido luego de su muerte), actúa como un par con el Ventorrillo. Este se encarama en la colina; el Mesón ocupa el valle; toda su espacialidad responde a su ubicación. Ambos edificios parecen establecer un juego de contrastes, de positivos y negativos.

8. Profesor de Introducción a la Teoría y adjunto de Proyecto en Facultad de Arquitectura UdelaR. 9. Al respecto es ilustrativo comparar las arquitecturas de Villa Serrana con el contemporáneo “Park Hotel” del arquitecto brasileño Lucio Costa, figura capital del movimiento moderno, proyectista de Brasilia.

10. Miguel Angel Odriozola. Interesante arquitecto uruguayo recientemente fallecido, de importante obra en el centro histórico en el centro histórico de la ciudad de Colonia, Uruguay. Alumno de Vilamajó, colaboró con su maestro en el proyecto de Villa Serrana; y a su muerte culminó la obra del Mesón de las Cañas. Por su actuación y extraordinaria sensibilidad y capacidad arquitectónica constituye un destacado testigo de los asuntos que acá se comentan.

11. Se completa la cita: “Al devolverme en cuaderno, Don Julio determina el momento a partir del cual inicia con toda celeridad el brote vertiginoso de materialización de ideas que en breve plazo cristalizó en la confección de proyectos de urbanismo y arquitectura… El simple hecho de colocar una flecha en unos garabatos podría quizá parecer algo intrascendente, pero en Vilamajó, el haber definido ese trazo, significaba la piedra de arranque… de un proyecto vivo de planificación que con su magnífico poder de síntesis concretaría en líneas generales en muy pocos días. Todo estaba previsto, funcionando, viviendo y… agradando…”


Tomado de: Rey, William, Barriola, N., y Mendizabal, M. Tu Patrimonio. Montevideo: Editorial bDP, 2011: 292-294.

El Ventorrillo de la Buena Vista se inserta e integra de manera casi natural a un paisaje muy pintoresco, en las sierras cercanas a la ciudad de Minas, capital del departamento de Lavalleja. Las particulares condiciones de la topografía del lugar, la vegetación nativa y los afloramientos de piedra fueron condicionantes fundamentales en el proyecto que el arquitecto Vilamajó propuso para la generación de un poblado nuevo destinado a la recreación en la naturaleza: Villa Serrana. Si bien el arquitecto trabajó intensamente en él, estableciendo los criterios generales de la urbanización, el trazado de los diferentes barrios, las particulares trazas viales vehiculares y peatonales y muchas especificaciones respecto a las posibles formas de ocupación de los predios, las plantaciones de árboles y las formas de inserción y características de la arquitectura a realizar, su muerte en 1948 dejó trunco un proceso que estaba concretándose lentamente.

De todos modos, afortunadamente, pudo plasmar su concepción arquitectónica para el lugar, en dos construcciones diseñadas por él, y destinadas a servicios a la comunidad y al turista: el Mesón de las Cañas, y el Ventorrillo de la Buena Vista. Ambos son edificios que se comportan en sintonía con las características de la topografía y en los que se constata el uso de materiales y técnicas propios del lugar: piedra y ladrillo -en general vistos-, cerchas y estructuras de madera, que sostienen el quinchado de paja de las cubiertas inclinadas. Otra de sus preocupaciones fue tenida en cuenta en las opciones realizadas: la recuperación y permanencia de la sabiduría de la construcción artesanal.

El Ventorrillo en particular, se ubica de manera tal sobre una elevación que se constituye en un mirador excepcional de todo el paisaje circundante, pero además él mismo forma parte de ese paisaje, al que se integra sin dificultad, pudiendo ser admirado como pieza arquitectónica única, desde muchos puntos de vista.

El gran ambiente que alberga el comedor, con empinados techos de quincha, y amplios ventanales, se distingue y articula con el más modesto volumen que contienen las habitaciones.

Este conjunto, que funciona como parador y hospedaje, ha sido recientemente restaurado, o quizás, más bien, reconstruido con una gran fidelidad. Años de deterioro y abandono, fueron superados gracias a un programa acordado entre el Ministerio de Turismo y la Intendencia de Lavalleja, con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo. A través de un concurso abierto que requería una propuesta de proyecto, de construcción y de gestión, se logró recuperar lo que puede caracterizarse sin duda, como una de las obras emblemáticas de la arquitectura moderna uruguaya.


Tomado de: Zino Torrazza, Luís Andrés; y Marcelo Viola Genta, "Criterios proyectuales y metodología de intervención en el Ventorrillo de la Buena Vista" (Madrid,Conferencia Científica Internacional sobre los Criterios de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico del Siglo 20, 2011). [publicado por SPM Equipamientos]

"En el Ventorrillo la estructura de troncos se organiza, la cubierta de quincha se apoya sobre ella y el basamento de piedra nos sujeta al suelo. Los sistemas se van sucediendo independientes y se despliegan en relación para componer una envolvente compleja. Cada sistema maneja sus conceptos y son estos los que se relacionan para construir las ideas: el espacio de cueva y el espacio de vuelo.” (1)

El proyecto se desarrolla sobre la falda de un cerro sobre una parcela irregular de 8400 m2 rodeada de un espacio libre que lo separa del Mesón, implantado más abajo.

Los 400 m2 edificados se articulan escalonados, en dos tiras de habitaciones con galería y un volumen sobreelvado de comedor donde se desarrolla el espacio principal, volcado al paisaje circundante, y al que se accede a través de un camino recostado en la piedra, pautado por la verticalidad de la chimenea y una rampa ascendente hasta la terraza de acceso al comedor que descubre el lago del valle y las lejanías.

La disposición en terrazas de las barras potencia las visuales y su ajustada disposición planimétrica disimula la artificialidad de la intervención,generando diversos recorridos donde se confunden los límites entre lo que es natural y lo que no.

El Ventorrillo es una obra imperfecta en sus detalles, de artesanía rústica,construida básicamente con materiales del lugar (piedra del cerro, ladrillo decampo y cal de los hornos cercanos, arena y piedra de río, rolos de eucaliptus criollo, junco y paja de bañado, piques de madera dura, alambre de rienda) y técnicas de construcción apropiadas a la mano de obra rural disponible (muros de piedra o ladrillos desparejos, hormigones rústicos, estructuras de palos y quincha).

Vilamajó trae de Montevideo algunos elementos industrializados, como marcos prefabricados de hormigón pulido que simplifican el calado de los muros portantes, y ventanales de carpintería en madera y vidrio de diseño refinado que utiliza en el comedor como elementos distintivos del proyecto.

Desde estas opciones constructivas proyecta, desarrollando a partir de la aplicación de técnicas tradicionales una estructura en madera elaborada y compleja,modelada en función de sus intenciones arquitectónicas.

1. Ver Sánchez, M. Inés, Arq., 2002.


Tomado de: Woodard Smith, Chloethiel."Uruguay". The Architectural Forum. Nueva York: Architectural Forum, 1948, 105. [traducción IHA]

Este encantador proyecto fue uno de los últimos que proyectó el fallecido Julio Vilamajó. El ensayó en ese proyecto dos de sus teorías más queridas: la necesidad de descentralizar más el país y la responsabilidad de los arquitectos de desarrollar un estilo que respetara el pasado y los recursos del presente. En Lavalleja, Vilamajó usó operarios locales y se limitó a usar materiales locales, piedra, rollizos de madera, tratando de demostrar que con ellos pueden obtenerse soluciones contemporáneas. Los edificios mostrados son parte de un gran grupo proyectado a lo largo de la colina - un lago artificial se está construyendo en el valle inferior. (...)


Tomado de: Declaración de Monumento Histórico. Resolución 9/974.

Visto: estos antecedentes, en los que la Comisión de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación, propone la adquisición, por parte del Estado del “Ventorrillo de la Buena Vista”, propiedad de “Villa Serrana S. A.”, Padrón 2.135, ubicado en la Séptima Sección Judicial, en el Departamento de Lavalleja.

Resultando: que el citado inmueble constituye una de las obras arquitectónicas más representativas proyectadas por el Arq. Julio Vilamajó y que posee indudable valor cultural, por lo que obliga al Estado a adoptar las providencias necesarias a fin de que dicho bien no pueda ser destinado a fines reñidos con el de su carácter.

Considerando: pertinente que se incorpore al Estado la finca nombrada.

Atento: a lo previsto por los artículos 5º, 7º, 8º y 22 de la ley Nº 14.040, de 20 de octubre de 1971:

El Presidente de la República,

RESUELVE:

1º Declárase Monumento Histórico Nacional el inmueble Padrón Nº 2.315, ubicado en la Séptima Sección Judicial en el Departamento de Lavalleja, propiedad de “Villa Serrana S. A.”. (...)


Monumento Histórico Nacional. Resolución 9/974.


Ver además:

AA.VV. Julio Vilamajó. Disegni per l’arredamento. Nápoles: Edizione Oxiana, 2005.

AA.VV. Julio Vilamajó. Contratiempos Modernos. Elarqa Nº 2. Montevideo: Dos Puntos, 1991.

AAVV. Revista Arquitectura, N°173. Montevideo: Sociedad de Arquitectos del Uruguay, 1932.

Alemán, Laura; Nieto, Mónica; Parodi, Aníbal. Julio Vilamajó: fábrica de invención. Montevideo: Museo Nacional de Artes Visuales - Museo Casa Vilamajo, 2015.

Arana, Mariano. La arquitectura y el medio: la lección de Vilamajo.  Montevideo: La Academia, 1977.

Arana, M., y Garabelli, L. Arquitectura renovadora en Montevideo 1915-1940. Montevideo:Fundación de Cultura Universitaria, IHA, Facultad de Arquitectura, 1991.

Artucio, L. Montevideo y la arquitectura moderna. Nº 14. Montevideo: Nuestra Tierra, 1971.

Bossi, Agostino. Julio Vilamajo: disegni per l' arrendamento. Napoli: Oxiana, 2005.

De Sierra, Fernando. Vilamajó: aproximaciones proyectuales a la casa exenta. Montevideo: UdelaR -CSIC, 2015.

IMM, Facultad de Arquitectura. Guía Arquitectónica y Urbanística de Montevideo. Montevideo: Intendencia Municipal de Montevideo. Facultad de Arquitectura, Universidad de la República. Junta de Andalucía, 2008.

Instituto de diseño. Espacio interior y su equipamiento: Vilamajo. Montevideo: UdelaR, 2003.

Mautone, Carlos. Arq. Julio Vilamajó: un maestro de la arquitectura del Uruguay. Montevideo: Mastergraf, 2014.

Laborde, Alvaro. Julio Vilamajó: El maestro del arte real. Montevideo: Arca, 2014.

Loustau, C. Vida y Obra de Julio Vilamajó. Montevideo: 1994.

Lucchini, A. Julio Vilamajó. Su arquitectura. Montevideo: Facultad de Arquitectura, 1970.

Pantaleón, Carlos. El uso de paradigmas en el proceso proyectivo: la vivienda Vilamajó. Montevideo: UdelaR - CSIC,  2008.

Parodi, Aníbal. Entre el cielo y el suelo: la casa del arquitecto Julio Vilamajó en Montevideo. Montevideo: UdelaR - CSIC, 2009.

Petrella, Carlos. Julio Vilamajó. Semblanza de un maestro y su búsqueda de la excelencia. Montevideo, 2014.

Ponte., C. Vilamajó y la sustancia histórica. En Bossi, A.: “Julio Vilamajó. Disegni per l`arredamento”. Nápoles: 2005.

Rey, W. Arquitectura moderna en Montevideo (1920-1960). Montevideo: Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 2012.

Scheps, G. 17 registros. Facultad de Ingeniería, de Julio Vilamajó. Tesis de Doctorado, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid. Montevideo: Facultad de Arquitectura, UdelaR. 2008.

Ventorrillo de la Buena Vista ([citado el 8 de junio de 2017] Zino/Probst Arquitectos) disponible en: http://www.zip.com.uy/proyecto/ventorrillo-de-la-buena-vista/