Bauhaus

Walter GROPIUS

El edificio de la Bauhaus ha significado un hito en cuanto a la conformación del relato de la Arquitectura Moderna. Asimismo, la sede de Dessau (6 años después de la fundación de la escuela) significó un punto de inflexión en el propio destino de la institución. En este sentido, importa repasar sus orígenes. Así como los Vjutemás de Moscú, se intentaba conciliar aquí la trayectoria de las “artes y oficios” con las “bellas artes”. La intención de fundar una nueva unidad quedó registrada en la “Catedral del futuro socialista” de Lyonel Feininger. La aspiración original en la Bauhaus de Weimar (1919) hacía foco en la unidad de arte y artesanía. ¡Arquitectos, pintores, escultores, todos debemos volver a la artesanía!” rezaba el manifiesto original. El concepto de Gesamtkunstwerk (obra de arte total) era fundamental en este entramado. A la luz de la experiencia de los Arts and Crafts, y de la recuperación de los oficios medievales, se trataba de construir, no ya de diseñar o dibujar. No obstante, hacia 1923 el discurso de Gropius (director entre 1919 y 1928) toma un giro. La etapa utópico - expresionista fundacional da paso a una voluntad por acercarse a los procesos de la industria (aspecto que no era ajeno a la trayectoria anterior del arquitecto, vale recordar obras como la Fábrica Fagus). A esto, se le suman otros procesos: un cambio del docente a cargo del curso inicial de la Escuela (sale el espiritualista Johannes Itten vestido como sacerdote, e ingresa el abstraccionista László Moholy- Nagy vestido como obrero industrial). Será en este contexto que Gropius comienza a proyectar un nuevo edificio, en un nuevo lugar. El arquitecto diría sobre la nueva sede: “Aspiramos a crear una arquitectura clara, orgánica, de una lógica interior radiante y desnuda… queremos una arquitectura adaptada a nuestro mundo de máquinas, receptores de radio y automóviles rápidos…” Esta arquitectura, perfectamente alineada a los preceptos fijados por Theo van Doesburg en sus “17 puntos de la arquitectura neoplástica”, se trataba de un proyecto que no originaba la forma a priori, sino que resolvía el programa con total especificidad (zonificando usos). Era perfectamente económica en cuanto lo material; funcional en tanto representaba la síntesis de problemas prácticos; y también anti monumental: una arquitectura de la ligereza y la transparencia. Por su parte, destruía la simetría y carecía de fachada principal: esta composición dinámica sólo podía aprehenderse por medio del recorrido. La construcción de una composición para el movimiento, de una nueva gramática arquitectónica, no puede separarse del avance de las vanguardias artísticas en al campo pictórico. El mencionado caso De Stijl es directo, en cuanto van Doesburg se había tornado muy influyente entre docentes y estudiantes de la Escuela. No obstante, las comparaciones de Gideon entre este edificio y las complejas percepciones de la pintura cubista dan cuenta de un Zeitgeist más amplio. Los modernos tomarían del abrevadero técnico – material del mundo industrial tanto como de las transgresiones del lenguaje artístico. Lo interesante sería la demostración de que los componentes industriales podrían articular (en su retórica utilitarista) nuevas ideas de espacio, de organización y de una nueva estética (a pesar de su negación discursiva). El crítico Richard Weston agregaba: “La arquitectura ofreció también una demostración impresionante de la concepción del edificio como máquina, gracias a las hileras de pequeñas hojas basculantes abiertas en ángulos idénticos mediante un sistema de cadenas y poleas.” Para el periodista ruso llya Ehrenburg, el edificio había sido "creado de una sola pieza, como una idea fija… sus muros de vidrio, que forman una esquina transparente, unidos al aire exterior y sin embargo separados de él por una voluntad precisa" 


Reseña: Pablo Canén, 2018. 

Referencias:

 COLQUHOUN, Alan. “La arquitectura moderna. Una historia desapasionada”. Gustavo Gili, 2005 WINGLER, Hans. “La Bauhaus: Weimar Dessau Berlin 1919-1933”. 1975.

WESTON, Richard. “Plantas, secciones y alzados. Edificios claves del siglo XX.” Gustavo Gili, 2005